La empresaria, estrella de la telerrealidad y aspirante a abogada Kim Kardashian (Los Ángeles, 45 años) tiene fama de hacer muy buenos regalos a su familia. Este año se lució obsequiando a su hermana Khloé la Biblia que su difunto padre, el abogado Robert Kardashian, le regaló al exjugador de fútbol y actor O.J. Simpson el día después de que lo arrestaran por el asesinato de su exesposa, Nicole, y el amante de esta, Ronald Goldman. También a través de una subasta, le ha conseguido a su hermana Kourtney para esta Navidad la bicicleta de Pee-wee Herman, un personaje cómico de ficción interpretado por el actor Paul Reubens. Sin embargo, la fundadora de Skims está dando mucho que hablar por otro regalo navideño. Según ha compartido en redes sociales, Kardashian ha regalado un cachorro de pomerania a cada uno de sus cuatro hijos: North, de 12 años; Saint, de 10; Chicago, de siete; y Psalm, de seis ―fruto de su matrimonio con el rapero estadounidense Kanye West, de quien se divorció en 2022—. Un gesto que ha causado controversia por tratar a los animales como un capricho más de la millonaria familia: “Los cachorros no son peluches”, ha advertido PETA, la organización de Personas por el Trato Ético de los Animales, en declaraciones compartidas con medios como People o Daily Mail.